...nuestro amor nos hace ser como las alas de una mariposa, que ansía volar a la flor, pero la verdad es que aun es un capullo, y permanecemos latiendo con intensidad dentro de ese capullo que nos ata sin deseos de ser liberados, en ese capullo que nos quema y nos moja y nos hace volver a arder, que nos hace gritar y callar y morder y llorar; y después de un rato volver a arder y volver a empezar... y salimos del capullo y emprendemos el vuelo, ese vuelo nervioso y con prisa, y volvemos atrás para volver a arder, y volver a empezar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario